martes, 20 de enero de 2009

UN AÑO DE PETROGLIFOS

El 20 de enero de 2008 fue un día que no olvidaré. Aquél domingo de invierno amaneció soleado, y decidí acercarme a Campo de Muga, un paraje situado entre Santa Colomba y Lucillo, desde donde se puede divisar un hermoso paisaje.
A los pocos minutos de llegar, aparecieron tres coches con sendos remolques cargados con más de 30 perros que, una vez liberados, convirtieron mi pequeño paraíso en un caos de sabuesos ladrando excitados por la inminente montería de jabalíes.
Calculé que los perreros tardarían un buen rato en organizar las rehalas antes de avanzar como jauría hacia el valle, donde los cazadores apostados en sus puestos, esperaban a los cochinos.
Decidí por seguridad alejarme de allí un rato y me fui a Peñafadiel, otro paraje que había visitado repetidas veces, buscando la explicación a unas marcas visibles desde las imágenes de satélite. En todas esas visitas no conseguí ningún resultado, y ya lo había dejado por imposible, pero la zona estaba cerca, y era la mejor opción para matar el tiempo mientras los perros se alejaban.
No sé porqué aquél día bajé ladera abajo tantos metros. Mientras caminaba pensaba que me estaba alejando mucho, que las marcas tenían que haber quedado ya atrás, y que debía dar la vuelta. Unos metros más adelante decidí regresar, y en el mismo momento de girarme... el subidón.
El resto ya lo conocéis (sino es así, pulsad PETROGLIFOS EN MARAGATERIA en los artículos mas visitados )
Ahora, que se cumple un año de ese día, tengo que reconocer que todo ha pasado muy deprisa, y que aunque todavía debamos esperar a los resultados de los estudios encargados a D. Bernaldo de Quirós por la JCyL, los plazos han sido razonablemente cortos para lo que suelen ser en estas cuestiones.
Para celebrarlo os pongo dos fotografías de Amando Casado, un gran fotógrafo, y un buen amigo. Es un lujo, que un profesional como él se sume a la causa.




Por último, un artículo de Eloísa Otero, que ha salido publicado en El Mundo de León y El Mundo de Castilla y León. En él se han juntado varios factores:
Por un lado, unos restos arqueológicos que cautivan por su misterio, por otro lado, unas fotografías espectaculares de Amando Casado, y por último, un texto al que se le nota el cariño que puso Eloísa al escribirlo.
Os recomiendo el artículo completo que aparece en su blog Isla Kokotero, con todas las fotos.

2 comentarios:

Angel dijo...

Millones de felicidades de un modestisimo aficionado a la historia antigua desde Sahagún.
Enhorabuena por el hallazgo, compraré tu libro , no lo dudes

Juan Carlos Campos dijo...

Muchas gracias Ángel, y espero que te guste el libro.