domingo, 30 de mayo de 2010

FALETE

Como en otros muchos sitios, los pueblos maragatos esconden piedras singulares de las que se desconoce su historia. Son piedras reutilizadas una y otra vez a lo largo de los tiempos y que han llegado hasta nosotros desprovistas de todo su significado.
Hay una de estas piedras en El Ganso, en pleno Camino de Santiago. Cientos de miles de peregrinos se han fijado en ella cuando abandonan el pueblo y cientos de coches la han golpeado con el parachoques trasero, pues está en un sitio en el que se hacen maniobras para cambiar de sentido, aparcar etc.


La roca ha permanecido en ese lugar desde hace muchos años y según testimonios de los vecinos esta enterrada 40 centímetros, por lo que que calculo que el porte se acerca al metro de altura. Se aprecian dos pliegues o rebordes con una ligera inclinación, estando solamente marcados en la mitad del perímetro. La parte superior contiene un rebaje cuadrado típico de los cruceros, aunque muy poco profundo e incapaz de sujetar ninguna cruz.

No he encontrado documentación referente a esta piedra, pero he oído teorías sobre la posibilidad de que esta sea un símbolo fálico.
A favor de esta suposición estarían los pliegues antes citados ( por cierto, estos presentan un acabado muy pulido)
En contra, su pequeño tamaño. No cuadra con los símbolos fálicos conocidos en Rabanales (Zamora) o Los Hinojosos (Cuenca) . Referente a estos últimos tengo que decir que la cruz católica no queda bien en todos los sitios, y en este caso en vez de cristianizar el "lugar", lo que producen es un incomodo repelús.


Pregunté a algunas personas del Ganso si podía ser la base de un antiguo crucero, y me contestaron que aunque a la zona le llaman " el cruceiro" nunca han visto una cruz encima de la piedra salvo una pequeña temporada hace unos años, cuando con motivo de unas obras para mejorar el Camino de Santiago, " vinieron unas personas y colocaron encima una cruz, formando el típico crucero. Pero a las pocas semanas volvieron otra vez, serraron la cruz y la pusieron en otro sitio. Cuando les preguntamos el motivo nos dijeron que se la habían mandado quitar por que esa piedra era otra cosa, no un crucero"


Es extraño que una roca llamada " el cruceiro" permanezca los últimos cien años ( que se sepa) sin una cruz encima, en un pueblo que cuida sus otros cruceros y que paradojicamente ha descuidado y olvidado el que se supone que es mas antiguo.
A ver si resulta que al final no va a ser un crucero...
Me vais a permitir por una vez la broma, pero hasta que se aclare su historia la llamaré provisionalmente "Falete".

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